Me llamo Aurora Fortuny y vivo en la calle de las Armas de Zaragoza. Desde que me retiré, mi vida se había complicado. Cobraba una pensión muy baja, por lo que completar la jubilación era para mí prioritario.
Solo tenía mi piso, pero me daba miedo deshacerme de él: «¿Dónde viviré? ¿Qué será de mí si me quedo sin vivienda», me preguntaba.
Por desgracia, estoy sola. Me quedé soltera y ya no tengo familia, salvo la buena gente del barrio, que en ocasiones me ayuda. Una de estas personas me habló de Sixty Senior; me dijo que habían ayudado a un matrimonio de mi edad a vender su casa y a comprar otra más pequeña, todo a la vez, con lo que habían ganado un buen pellizco.
«¡Pero si mi piso es chiquitico!», les avisé. Enseguida me explicó que había muchas opciones diferentes. Y que esta empresa era especialista en propiedad inmobiliaria para personas mayores, por lo que seguro que me propondrían algo interesante.
Me animé mucho. ¿Podría ser verdad? ¿Me ayudarían a incrementar la pensión?
Completar la jubilación con Sixty Senior
Cuando me apuntaron el teléfono de esta empresa, tardé varios días en decidirme a llamar. Al fin lo hice. Tenía, además, un problema adicional que les comenté enseguida: si superaba unos determinados ingresos anuales, dejaba de percibir las ayudas que me correspondían.
Me cayeron muy bien, esos muchachos. Se nota que saben un montón, porque son muy claros. Me hablaron sin tecnicismos, con palabras que entiendo. ¡Si hasta he aprendido a decir nuda propiedad y cuál es su significado! A mí me ha ido muy bien, seguro que a ti también te pasará.
¿Qué solución encontraron para completar mi jubilación? Vender mi casa, pero quedándome a vivir en ella hasta que, Dios mediante, termine mi existencia. ¡Es lo que necesitaba! Me pagaron 5000 euros de entrada y después, mes a mes y durante diez años, me van ingresando 300. En total, más de 40 000 euros por mi pisito pequeño en el que sigo viviendo.
Los compradores son gente del barrio, eso me alegra asimismo. Habían sido mis vecinos en el mismo bloque y ahora tienen su vivienda en otro edificio de la calle. Me dijeron que le tenían cariño a aquella casa. Tienen 40 años, aproximadamente, y tres hijos de entre 10 y 15. Esta inversión les permitirá dejarles una buena herencia en el futuro. Y, todo sea dicho, a mí me encanta saber que los futuros propietarios son gente conocida.
Por cierto, aproveché parte del dinero para reformar la cocina por completo y, desde luego, para vivir mucho mejor estos años que me quedan. ¡Gracias a Sixty Senior y a la nuda propiedad he conseguido aumentar mi calidad de vida! ¿Quieres ser tú el próximo en completar tu jubilación?