Ni Anselmo ni yo sabíamos que existía la nuda propiedad hasta que vi un reportaje en TVE donde se entrevistaba a los responsables de Sixty Senior. Conocer a estos profesionales resultó vital para solucionar los problemas derivados de una pensión baja que agobiaban a mi tío abuelo.
Con ochenta años cumplidos y una salud delicada, Anselmo se ha visto obligado a utilizar una silla de ruedas. Su vivienda necesitaba adaptaciones para poder moverse cómodamente por ella. Soy su único heredero; por desgracia, mi economía familiar no me permitía ayudarle a solucionar la situación sobrevenida. Luego los dos teníamos un serio problema.
Como consecuencia de ello, y después de toda la vida cotizando y trabajando, el pobre estaba triste, alicaído, emocionalmente hundido. ¿Cómo podíamos resolver estas contrariedades?
Adiós a los problemas derivados de una pensión baja
Busqué en Internet los datos de contacto de Sixty Senior y les llamé por teléfono. Me atendieron con amabilidad y transparencia. Me resultó fácil explicarles el problema de mi tío abuelo, enseguida me di cuenta de que eran especialistas, porque sabían muy bien de lo que les hablaba.
Nos citamos en su despacho dos días después, junto a la plaza de España de Zaragoza. Allí me hablaron de la nuda propiedad. Consiste en vender la propiedad de la vivienda, pero manteniendo el usufructo. Es decir, cobrar por ella sin dejar de utilizarla. Justo lo que necesitaba Anselmo para poder adaptarla a sus necesidades actuales sin perderla.
Me pareció una idea excelente, así que hablé con mi tío abuelo esa misma tarde. A su edad, se sintió al principio algo reacio a deshacerse de su casa. Desconfiaba: «¿Cómo voy a vender mi casa, si es lo único que tengo? ¿Dónde viviré? No quiero perder mi libertad y terminar en cualquier parte». Le hice ver que mientras su casa continuara como estaba, sin adaptar a su discapacidad, no sería autónomo. Y le expliqué que seguiría usándola, viviendo en ella como hasta ahora, hasta el final de sus días.
Accedió a acudir a Sixty Senior y todo le quedó muy claro. Las explicaciones recibidas lo convencieron del todo. Javier y Víctor fueron convincentes, le hablaron con la claridad y la honestidad que mi tío abuelo precisaba. «Si es así, ¡se acabaron mis problemas de una pensión baja! ¿Dónde hay que firmar?», nos sorprendió a todos antes de acabar la reunión.
Desde ese momento, el procedimiento fue muy rápido. La vivienda se tasó en 60 000 euros y los profesionales de Sixty Senior agilizaron los trámites muchísimo. Fue un proceso rápido, sencillo, natural. En un par de semanas encontraron un comprador interesado y alcanzamos un acuerdo beneficioso para todos.
Gracias a la nuda propiedad
Anselmo recibió un pago inicial de 15 000 euros, suficiente para hacer las reformas requeridas y quedarse con un colchón de seguridad holgado ante imprevistos. Después, durante doce años, se ha asegurado un pago mensual de 300 euros. ¡Sus ingresos aumentaron casi un cien por cien!
Mi tío abuelo está radiante ahora. Su casa le ha quedado fetén, vive más cómodo que nunca y se ha olvidado de las estrecheces económicas que pasaba. ¡Incluso se ha comprado a plazos una silla de ruedas más moderna y manejable!
Yo también estoy contento. En primer lugar, porque lo veo despreocupado, tranquilo y satisfecho con su nueva vida de jubilado, no como antes. Además, me he quitado la presión, el peso y la impotencia de no poder ayudarlo como se merecía.
Así que, gracias a la nuda propiedad, todo ha salido muy bien. Si me aceptas un consejo, habla con Sixty Senior y te solucionarán los problemas derivados de una pensión baja.