Me llamo Vicky Fernández y llevo treinta meses como pensionista. Trabajé de enfermera más de cuarenta años y siempre compartí con mi marido la ilusión de disfrutar de una jubilación dorada. Por desgracia, falleció antes de cumplir juntos ese sueño. Me quedaron una buena pensión, no puedo quejarme, y el gran piso familiar en el que ambos educamos y cuidamos a nuestros tres hijos. Un buen día, cambié el chip y decidí convertirme en senior, no me llenaba ser una jubilada más. Por eso decidí obtener ingresos extras para pensionistas. Desde entonces, ¡disfruto como nunca!
Soy más feliz con mis ingresos extras para pensionistas
Vivo en Zaragoza. Mis hijos han hecho su vida y tienen sus familias. El mayor, que es empresario turístico, vive en Palma de Mallorca. Está separado y es padre de dos adolescentes a los que al principio de mi jubilación casi nunca no veía. El mediano me salió creativo, es publicista y trabaja en una multinacional de comunicación con sede central en Madrid. Viaja mucho, pero no tanto como yo. Está single y sin ganas de comprometerse, siempre fue el más parecido a mí.
La pequeña se marchó a Londres a mejorar el inglés, se enamoró y allí sigue con su darling. Me encanta ir a verla, los vuelos son baratos y esa ciudad me flipa. Pero eso sí, como el casado casa quiere y los seniors lo valemos, me voy a un hotelito y así no les molesto. ¿La ventaja? Entro y salgo cuando quiero, puedo ir allí cada vez que me apetece y ni siquiera tengo que avisarles antes. ¡Soy independiente, para eso completé mi pensión gracias a Sixty Senior!
Mi amiga Begoña fue la primera en hablarme de esta empresa. Cuando busqué valoraciones en Internet, vi que las tenía buenísimas. Es un despacho de economistas y agentes inmobiliarios muy bien preparados. Son majos, serviciales, me cayeron muy bien desde el primer momento. Tan educados, atentos y pendientes de mi situación…
El piso de casi ciento cincuenta metros en el que vivía se me hacía enorme. La mayoría de las habitaciones estaban vacías; yo hacía mi vida en la cocina, el salón, el baño y mi dormitorio. ¿Para qué quería todo lo demás? Me sobraban los recibos tan altos que pagaba, las sesiones interminables de limpieza y tantos espacios vacíos a mi alrededor. A veces, hasta me deprimía un poco. Estaba como atada a aquella casa. Y mis hijos no venían mucho, tienen sus obligaciones y lo entiendo.
Mudanza a un piso más pequeño
Así que cuando Bego me dijo que en Sixty Senior le habían ayudado a vender su casa por un precio muy bueno y a comprar un pisito a su medida, me encantó la idea. Lo consulté con Paco, mi marido, esa misma noche. Miré su foto que tengo en la mesilla y supe lo que debía hacer. Leí en su expresión inmóvil aquella frase que tanto habíamos repetido juntos: «Jubilación dorada». Y ea, telefoneé a la empresa y quedé con ellos.
Ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. Efectivamente, vendí mi casa desproporcionada y ahora tengo un piso precioso de noventa metros cuadrados. ¡Es perfecto para mí, incluso tiene habitación para invitados! Con la diferencia económica obtenida en esa compraventa, me he vuelto fashionista y viajo más que Gulliver. Voy a ver a mis tres hijos, y a mis nietos, cuando me apetece. Me compro la ropa que me gusta, voy al spa, salgo a cenar con mis amigos y me apunto a un bombardeo. ¡Estoy feliz! Dentro de un mes me voy de viaje a Oceanía, ¡me han dicho que Nueva Zelanda es formidable!
Lo tengo claro. La vida está para saborearla. Desde que soy senior, vivo muchísimo mejor. Me siento activa, joven, libre y llena de optimismo. Veo a mi familia más que nunca y el bueno de Paco se viene conmigo a todas estas aventuras. De algún modo, sé que él también está contento de compartir conmigo tantas vivencias bonitas.
Así que, si me permites un consejo, pide a los profesionales de Sixty Senior que te ayuden a conseguir ingresos extras para pensionistas. Da igual cuál sea tu situación, seguro que te ofrecen una solución personalizada que mejora tu pensión. Hazte senior y disfruta como nunca.